jueves, 28 de febrero de 2013

No es lo mismo un experto que un usuario

Como digo nada más empezar este blog, éste está creado como sitio de reflexión, no soy experta en nada, ya que mis estudios son de publicidad y RRPP y recién licenciada y tal y como está el trabajo, no he podido disfrutar de la que creí mi vocación en su día aunque cada vez lo vea más lejos.

Aun así me gusta muchísimo investigar y mi gran pasión son mis hijos, por lo que todo lo relacionado a crianza y educación lo tengo requetemirado y releído y sigo leyendo e informándome.
Podríamos decir que cada madre sigue una línea diferente y me parece bien ya que no todos los niños tienen las mismas necesidades, pero lo que no me parece bien es que estas líneas no se basen en las necesidades reales del niño sino en lo que manda el pediatra. Y además teniendo en cuenta que cada pediatra manda una cosa y dudo que los niños dependiendo de a que pediatra acudan, tengan unas necesidades u otras.

Lo que está claro es que hay ciertas recomendaciones de organismos como la OMS o la AEP que los profesionales se saltan a la torera, y las madres que encima ni saben de ellas pues piensan que mientras el niño esté engordando o esté sin molestar mucho va todo bien (dependiendo de que recomendaciones estemos hablando).
Mi madre siempre me ha dicho que no de consejos a quien no me los pida y trato de hacerlo ,de verdad que trato de hacerlo, pero hay ciertas cosas con las que pienso ¿y ese niño si fuese consciente no desearía que alguien le abriese los ojos a su madre? Y se que me meto a veces donde no me llaman, y me siento fatal por ello porque no creo que nadie sea quien para opinar con el resto, pero me duele ver bebés colgando de sus genitales con la cabeza hacia adelante y la espalda tiesa. Me duele ver bebés a los que pretenden darles purés con 3 meses y cuanto más coma mejor y cuanto más gordo esté mejor. Me duelen las lactancias perdidas por simple desinformación o mala información de una madre a la que la han dicho que se crían igual con biberón y además de regalo duermen mejor. Me duele ver a una madre en contra de sus instintos por el qué dirán y me duele ver a un bebé al que han decidido dejar llorando porque tiene que hacerse independiente y no tiene que reírse de sus padres ya tan pronto. Me duele que se confundan las necesidades afectivas con chantajes por llamar la atención. Me duele que un bebé se tenga que dormir solo y llorando porque sus padres piensen que si no no va a "aprender a dormir" nunca.
En definitiva, si simplemente quisiese repartir conocimientos seguramente no diría nada sin preguntar, pero no se trata de eso, a mi me da lo mismo lo que esa madre sepa o deje de saber, pero realmente algo dentro me dice que si consigo informar correctamente a alguien y que un bebé sea escuchado, merecen la pena las millones de respuestas a la defensiva de madres que se sienten atacadas por dar una opinión diferente a la suya, y merece la pena que alguien piense que pretendo creerme una experta sin serlo, mientras a alguien le pique el gusanillo de informarse y encuentren la información correcta o la que realmente más les cuadre, dándose cuenta de que la mayoría de pediatras no se molesta en informarse sobre lactancia materna por ejemplo, y te pueden decir que no tomes un medicamento que en realidad puedes tomar perfectamente, que puedes llevarle la contraria sin remordimientos cuando has encontrado una segunda opinión que te cuadra más, que no hay que seguir al pie de la letra las pautas que nos dan, y lo ideal sería informarnos para saber distinguir las necesidades de nuestro bebé.

Y dicho esto, diré que siempre todo lo que pueda decir son opiniones, que la información está ahí fuera y solo hay que saber buscarla y pensar con sentido común. Que yo no quiero imponer nada a nadie, pero si me gusta compartir mis conocimientos y mis opiniones y no necesariamente para que nadie me haga caso tal cual, si no para que se sepa que hay otras opciones y que si no estás convencido con la tuya puedas informarte sobre la alternativa. Nada más.

sábado, 16 de febrero de 2013

San Valentín lleno de sorpresas

Los que me conocen saben que yo no creo en San Valentín, que me da lo mismo que sea 14 de febrero o 20 de agosto, pero parece que este año me quiere hacer creer en que es un día especial.

El día 14 tuvimos muchas emociones, y todas ellas positivas.

Empezamos el día con una conversación sobre nuestra relación, que últimamente no iba del todo bien, y nos dimos propuestas para encaminarla. Otras veces acabo con la sensación de que ninguno hemos entendido nada y hemos discutido (en el mal sentido) más que otra cosa, pero el otro día acabe con la sensación de que parece que ha comprendido lo que pasa y lo que hay que cambiar. Y espero que así sea.
Luego me regaló una flor y una bolita de pandora para mi pulsera.

Ya por la tarde, estábamos en el salón, Víctor sentado en el sillón, yo sentada en el suelo al lado de la mesita y Alejandro a mi lado. Noa estaba de pie agarrada a la mesa y, partiéndose de risa, se soltó (últimamente lo hace mucho, se suelta y se vuelve a agarrar toda emocionada), pero esta vez dio dos pasitos! Vino hacia mí y ya se tiró encima mía. Casi me muero de amor en ese mismo momento. Me miraba fijamente mientras venía con esa gran sonrisa en la cara como diciendo "mira mamá que voy".
En ese momento miré hacia arriba y Víctor estaba con la misma cara de tonto que tenía yo de la emoción, y Alejandro sonriendo muy contento por el gran paso de su hermana.
Luego estuvimos un rato jugando y Alejandro venía hacía mi andando también (jeje)
Es un momento tan especial y tan único. Dará muchos más pasos en su vida, pero no serán los primeros, no serán igual de mágicos.

Durante la cena Alejandro me estuvo contando cosas y estuvimos hablando y riendo. Parecerá una tontería pero hay días que está como a la defensiva desde que nació su hermana, y me gustaría que dejase de sentirse desplazado y disfrutásemos el tiempo juntos.

Después de esto os podéis imaginar que me acosté con una gran sonrisa en la cara. Me da pena que mi bebe crezca tan rápido, pero me encanta verla crecer y cómo descubre cosas día a día. Al igual que Alejandro, que aunque ya crezca más despacio, no deja de sorprenderme nunca.

Así que querido San Valentín, espero el siguiente 14 de febrero con ganas, ya me dirás que sorpresa me has preparado ;)