viernes, 24 de marzo de 2017

Retomando

Quiero retomar mis reflexiones. Soy una persona que le da vueltas a todo hasta encontrar soluciones, no puedo dejar pasar sin más, o sí, porque a veces llego a la conclusión de que pensarlo no va a cambiar nada y que lo que tengo que hacer es dejar pasar, pero siempre después de una reflexión previa, después de llegar hasta ese punto de "he hecho todo lo que podía hacer, no está en mi mano".

He releído muchas de mis entradas anteriores y me gusta ver como me ha cambiado la perspectiva, como he cambiado en los últimos años, como me ha cambiado la vida... el tiempo pasa, las cosas pasan, lo que pensábamos que era eterno resulta ser una parte pequeñita de nuestra vida, lo que pensábamos que no sucedería jamás, sucede. 

Ahora tengo preocupaciones que antes no tenía, y preocupaciones de antes ahora no están. Las cosas nunca me han resultado fáciles, siempre hay algo, siempre pasa algo, pero sigo avanzando y creciendo. 

Mi trayectoria de vida me ha llevado hasta el feminismo, algo necesario en la sociedad y que me ha abierto los ojos ante tantas cosas que tenemos normalizadas, que me ha hecho conocer a mujeres increíbles, y que me ha reafirmado en tantos sentimientos que tenía guardados y que pensaba que "eran cosas mías". 
Además tengo dos hijas y un hijo que me enseñan cada día cosas distintas y que me hacen replantearme a menudo todo. Lxs tres diferentes y con necesidades diferentes. Que me han llevado también a otros mundos, al origen de los seres humanos, a nuestras necesidades básicas, al desarrollo de nuestro cerebro, a pensar en qué es lo que me gustaría que vivieran en la sociedad y a intentar dar ejemplo de los valores que considero importantes como el respeto a unx mismx y a quien tenemos al lado, la no normalización de la violencia, aprender a escucharnos, reconocer nuestras emociones...pero sobretodo ser libres para ser quien queramos ser.
No paro de enriquecerme, de leer, de intentar comprender, de cambiar...

Espero encontrar aquí de nuevo mi rinconcito.

PD: como resumen de estos últimos años dejo una foto que me pasaron por ahí:



¡Hasta otra!

martes, 21 de octubre de 2014

Tu peor batalla es entre lo que sabes y lo que sientes

Me encanta esa frase, me parece tan real.
Estoy pasando por una etapa dura. Que se que hay cosas peores, pero eso no me ayuda a minimizar mi dolor.
He sabido en cada momento lo que ocurría y aun así no he sido capaz de verlo. Saber que es el mejor camino pero querer tomar otro y salir corriendo. Saber que no había posibilidad de cambio y querer con todas tus fuerzas que venga un aire mágico que lo cambie todo. Y darle vueltas y vueltas hasta que te chocas con el muro de la realidad en la que no puedes hacer nada.
Me encuentro batallando entre varios frentes. Lo mismo si fuese uno solo sería más fácil pero en este caso el cambio en mi (nuestra) vida ha sido tan radical que ha afectado a todo lo que hasta hace poco era mi (nuestra) realidad.
Quizás también sería más fácil si simplemente dejase las cosas fluir como intento siempre, pero me he visto tan abajo que tenía que tomar mis propias riendas y tirar y tirar y tirar hasta que he conseguido subir un poco.
Quizás también habría sido más fácil si lo único preocupante fuese ese componente emocional, encima puérpera, pero añadimos a la mochila las emociones de mis hijos y la dura realidad de verte con un bebé de casi tres meses y sin casi posibilidades de encontrar un trabajo.

Por fin tengo un pequeño trabajo que seguro me ayuda a tirar para arriba. Sigo batallando pero también tengo metas e ilusiones, eso no me lo quita nadie, y estoy segura de que pronto podré conseguir alguna más.
Y por fin los días grises van quedando atrás, aunque con algún retroceso de vez en cuando, soy humana, y no tengo ningún interés en demostrar lo contrario.

PD: Tengo que agradecer siempre la ayuda que he tenido y tengo en todos los sentidos y por distintas personas en mi vida, sin ellos todo habría sido muchísimo más duro, y no estaría ahora mismo como estoy.

sábado, 29 de marzo de 2014

Luna

Este iba a ser el relato de mi parto, del nacimiento de Luna, del día en el que volví a enamorarme por tercera vez de una personita tan pequeña pero tan grande para mi.
Es cierto que antes ya la quería, desde que supe que venía, pero ese momento mágico en el que la vi por primera vez volvió a demostrarme que el amor no se divide, se multiplica.
Como digo, este iba a ser un relato de parto pero tengo que empezar por el principio.
De repente una mañana decidí hacerme un test, solo había tenido una regla desde el nacimiento de Noa pero tanta distancia de una a otra se me hacía raro. Sentía que algo pasaba y tenía que comprobarlo.
Nada más hacerlo miré el resultado, parecía que estaba en blanco y lo dejé sobre el lavabo. Cual fue mi sorpresa al ir a salir del baño y ver una rallita roja. Fui corriendo a despertar a tu padre. Eran las 7 de la mañana, no sé ni porqué me desperté ese día a esa hora, la misma hora a la que le desperté unas 33 semanas después avisándole de que seguramente ese día vendrías al mundo.
A partir de ahí pasaron muchas cosas. Unas buenas, otras malas, otras regulares... pero ahí estabas tu, conmigo. Habías decidido venir a volver a cambiarme el mundo.
Me dije que este embarazo tenía que disfrutarlo muchísimo, que probablemente sería el último y no podía dejar que pasara sin más ni que otras cosas lo estropeasen.
Me dije también que iba a hacer todo lo posible por recibirte en casa, rodeada de tu familia, sin prisas, sin que nadie interviniese. Estaba en un plan en el que me decía a mi misma que si fuese por mi me metía en mi "cueva" y pariría sola, que me sentía totalmente conectada contigo y mi cuerpo me pedía nuestra intimidad y nuestro momento a solas.
No sabía que ese sentimiento era mutuo y que ibas a decidir llegar justo cuando no tenía a nadie para atendernos a mi alrededor.
Con estos propósitos fue pasando el embarazo. Hablé con Aythami, me dio confianza. Papá dijo que lo haríamos. Mis comadres, mi tribu, me apoyaron y ayudaron para conseguir financiarlo. Todo marchaba.
A pesar de tener a tus hermanos, todas las noches teníamos nuestro huequito para hablar y sentirnos. Yo te decía que ibas a ser mi tercera flor de primavera, y que todavía no estaba preparada para recibirte. Tu decidiste nacer el primer día de esa bonita estación, dos días después de decirte que ya me sentía totalmente preparada para tu llegada.
El día 20 Noa decidió que quería tomar teta y dormirse en la habitación de Alejandro. Por primera vez se quedó dormida allí. Yo no me lo podía creer y esperé en el salón por si se despertaba. Me acosté con una sensación triste, mi pequeña no dormía a mi lado esa noche.
Me desperté a las 6 de la mañana. Miré en la otra habitación y ahí estaban, los dos dormidos todavía. Fui al baño y vi que había echado líquido. El momento se acercaba pero nada hacía pensar que fuese inminente.
Volví a la cama, no me dormía así que miré el móvil un rato a ver si me entraba sueño. A las 6 y media me volví a levantar. Antes me había cambiado y había vuelto a echar líquido. Esto pintaba a algo más pero podía ir para largo.
De repente noté la primera contracción. Era suave pero lo era. La anoté 6:42. Llegó otra 6:52. Por si acaso coloqué una vela grande y tres pequeñas que tenía en un mueble del salón, erais vosotros tres a mi alrededor dándome fuerzas. Pensé en encenderlas cuando el parto fuese claro y poner a su lado el collar de parto que había preparado con todas las cuentas que me habían ido mandando/dando mis comadres y amigas para darme fuerza y acompañarme en el parto. Mientras las colocaba me dio otra contración, 6:56. Solo habían pasado 4 minutos ¿cómo podía ser? Se había despertado Alejandro. Yo estaba apoyada en el mueble pasando la contracción y él me dijo que si le preparaba unos chocapic. Le dije que ahora no podía y se quedó en el sillón como si nada.
Encendí el aparato en el que estaba la música que también había preparado para el parto, me encantaba la de Yiruna que me había recomendado Marta y que había acompañado también el parto de Gemma. Lo dejé encendido pero no lo llegué a poner pensando que aunque se desencadenaría el parto ese día, todavía quedaba mucho.
Otra contracción. 2 minutos. Otra. Habían pasado 5. Eran muy suaves pero lo eran. Son las 7:03. Víctor, despierta, creo que hoy es el día ¿puedes prepararle a Alejandro unos cereales?
Llamo a mi madre para avisarla de que desconectaría el fijo pero no me lo coje. Otra contracción suave. La escribo un whatsapp diciéndola que no llamen y que yo les avisaría si hay novedades.
Miro la casa. Tengo una silla de partos que me había dejado Sara preparada, una pelota para ayudarme en la dilatación que me había dejado Leticia, la piscina de partos y las toallas, un calentador
- Víctor pon la calefacción por si acaso
- Ya la he puesto
Tengo la ropita para el bebé, su primer pañal de tela, su collar de ambar, compresas normales y otras en el congelador mojadas en tomillo y cola de caballo, empapadores, el saco de semillas...
Tengo una contracción, voy a meterme en la ducha. Víctor saca la piscina, aunque le digo que es pronto llama a las matronas y a la fotógrafa. Las contracciones eran cada 4 minutos, 2, 6...fue lo que me desconcertó, no eran regulares.
El agua caliente me relaja muchísimo, te acaricio, te hablo...noto como desciendes de golpe. Me doy cuenta de que la siguiente contracción me cuesta encajarla y hago un sonido como un "aammm" suave que me ayuda y hace que baje de intensidad.
Otra contracción muy intensa, el cuerpo me pide salir, me dejo llevar.
Se despierta Noa, serían las 7:45 y me pide teta. Mama un poquito y se queda en la puerta del baño con Alejandro. El cuerpo me pide empujar, no lo pienso, hay algo que me hace empujar y me dejo llevar...vuelvo a empujar y noto tu cabeza.
Grito -Víctor ya viene, el bebé está aquí
Víctor viene corriendo, ve tu cabecita y se asusta. El cuerpo me pide volver a empujar y sales entera. Le dice a tus hermanos que vayan al salón y se van. Te cojo, eres una niña, no me sorprende, algo dentro me lo decía, siempre te soñaba siendo niña. Estás recubierta de vernix, te abrazo. Me habría quedado así eternamente. Papá sale y llama a las matronas, tus hermanos aprovechan para volver y tocarte. Alejandro dice que eres un niño supongo que confundido con el cordón y Noa dice bebé en su idioma "abe, abe".
Las matronas dicen que nos tapemos y me ponga cómoda. Que a poder ser me ponga en la cama y espere que están llegando para que puedan ver el alumbramiento de la placenta y que está todo bien.
Te llevo en brazos hasta la habitación, todavía unidas con el cordón. Me siento apoyada en la pared. Papá nos tapa con toallas y nos miramos, que bonita eres. Viene Noa, quiere teta y se la doy.
Llaman, es Bea que venía a hacernos unas emotivas fotos de parto y no ha podido. Ahora me da pena pero estos han sido tus planes y me has regalado una experiencia inolvidable. Aún así las fotos quedan preciosas.
Vuelven a llamar, son ellas. Necesitaba que llegasen.
Sale la placenta, papá corta el cordón. Está todo perfecto. Te haces pis encima mia, mamas junto a tu hermana. Tengo entuertos pero me apetece levantarme.
Realmente todo me había pillado muy de sorpresa y estaba como en shock. Me encuentro genial, me apetece estar de pie, me siento relajada al tenerlas en casa, ya se que está todo bien y paso de ese estado al 100% a un bajón tremendo, me mareo, se me va la cabeza, me apoyo creo que en Paca. Me ayuda a sentarme en el sillón, me ponen cómoda, Anabel me masajea, voy volviendo a sentirme mejor. Ha pasado el susto. Había sido todo tan rápido que a mi cuerpo no le había dado tiempo a reaccionar.
Paca me prepara un batido con un poco de placenta. Antes de eso había hecho una impresión en papel de acuarela como la pedí.
No las puedo estar más agradecida.
Tardamos en ponerte nombre hasta que supimos que eras Luna.
Has venido pisando fuerte, has decidido regalarme este parto, esta experiencia única. Siento que la repetiría 1000 veces más.
Soplamos tu vela cumplecero a los dos días, cosas de tu madre que quería celebrar tu llegada y tu abuela que me sigue la corriente cuando sabe que me hace ilusión.

viernes, 8 de noviembre de 2013

Esos pequeños negocios..

¡Qué difícil es sacar adelante proyectos! Por mucha ilusión que tengas, por mucho esfuerzo que le pongas... empiezan a escaparse cosas y poco a poco se te van esfumando.

Llevo una temporada dando vueltas a unas cosas que en un principio veía lejos, me fui acercando, empecé a verlo factible y de repente lo empecé a ver alejarse otra vez.
No me rindo, sigo intentando conseguirlo pero reconozco que cada vez tengo menos esperanzas.

Así son las cosas, no siempre conseguimos lo que nos proponemos pero si no lo intentamos siempre nos quedaremos con la espinita de qué hubiera pasado.
Lo mismo se me ilumina alguna bombilla a tiempo, y si no, sabré que lo he intentado que no es poco.

En estas circunstancias pienso en toda esa gente que ha emprendido un negocio, un proyecto mucho más grande que la "pequeñez" que yo traía entre manos, y que con su esfuerzo han salido adelante. Pienso en lo difícil que ha tenido que ser, lo que les ha tenido que costar y la decepción que tiene que suponer ver que no sale adelante.
Por eso cada vez valoro más esos pequeños negocios que vemos luchando por salir y diferenciarse, y veo más importante y más necesario invertir en ellos.
Es cierto que no suelen poder ofrecernos un precio tan competitivo como grandes almacenes, pero nos aportan calidad y una gran dosis de cariño en cada adquisición.

Esto es solo una pequeña reflexión, yo no tengo un negocio, yo no fabrico nada, no soy mañosa ni me podría dedicar a ello, y soy la primera que tengo que mirar el precio la mayoría de las veces antes de nada, pero sí veo a mi alrededor gente con mucha ilusión por salir adelante con sus proyectos, y veo cosas interesantes que no salen aún mereciéndoselo más que nadie.

Invito a todo el mundo a investigar y conocer esas pequeñas marcas, esos proyectos que empezaron con una persona ilusionada. Se acercan las navidades, la gran época de consumo y regalos, ¿qué mejor que hacer un regalo doble?

viernes, 27 de septiembre de 2013

Metas

Pensando en las cosas importantes de la vida y lo que se supone que debemos valorar y hacernos sentir bien, me he dado cuenta de lo que en realidad me gustaría que viesen mis hijos y que a mi misma me cuesta tanto muchas veces ver.
La meta es ser feliz, sentirse bien con uno mismo y con su alrededor, apreciar las cosas que se tienen y poder sentirse orgulloso de algunas de las cosas conseguidas con ganas y esfuerzo.
No quiero que se dejen guiar por esa imagen de que el que tiene "mejor trabajo", mejores estudios o más dinero es más feliz. No quiero que persigan algo por el simple interés económico cuando en realidad no les llena, no quiero que piensen que por ganar menos son más fracasados. No quiero que se dejen llevar por esa gente que te cuenta sus historias y te restriega sus bienes materiales y quiero que sepan que a veces el que más presume es el más infeliz.
Que sepan que cada uno tiene una vida diferente y nadie es quien para juzgar a nadie, ni nadie es quien para creerse más que nadie.
Que hay que apoyar al que creas que lo necesita o a quien te apetezca por el motivo que sea, pero no siempre esperando nada a cambio. Que la vida está llena de "cadenas de favores" y yo te ayudo a ti y lo mismo tu ayudas antes al otro, porque crees que ese otro te necesita más en ese momento, pero si estás siempre esperando a que te lo devuelvan acabas siendo infeliz y egoísta.
Que lo que a ti te puede parecer imprescindible, para otro puede ser algo sin importancia. Cada uno tenemos nuestros valores y nuestras metas, pero es importante respetar las de todos.
Un poco el vive y deja vivir. No atarse a nada que no te llena, no juzgar, no preocuparte por lo que los demás piensan de ti, no vivir la vida que a otros les parece correcta, vivir tu propia vida sabiendo que cada persona puede ser feliz de muchas maneras diferentes.

sábado, 29 de junio de 2013

Día mundial del sueño feliz

Hoy me uno al día mundial del sueño feliz.

Me parece una salvajada dejar llorar a un niño per se, pero más me lo parece cuando lloran porque necesitan sentirse arropados por los brazos de sus padres.
Los métodos conductistas (como Estivill) son crueles y no respetan las necesidades ni el proceso madurativo de los niños. No puede ser bueno lograr que un niño duerma sólo a base de dejarlo llorar sin ir a consolarle. El niño se duerme por puro agotamiento y lo único que aprende es que por mucho que llore nadie va a ir a consolarle y no le queda otra que quedarse dormido.
Para unos padres que lo único que buscan es su comodidad y que les molesten lo mínimo desde luego es el método ideal. Unos días escuchándole llorar desesperadamente y ya puedes contarle a todos tus conocidos que tu niño duerme sólo y es muy bueno. Pero para unos padres, digamos normales, que se preocupan por sus hijos, éste método creo que sólo se aplica por desconocimiento. Porque creen que realmente le están haciendo un favor a su hijo aunque esto no sea cierto. Quiero pensar que nadie que se haya parado a pensar coherentemente, termina aplicando ésto ni nada similar.

Estos métodos suelen ser aplicados a partir de los 6 meses o del año, cuando los padres creen que ha llegado la hora de que se vayan a dormir a su propia habitación. Pero si empezamos por los primeros días, tenemos que pensar en los instintos, que es en lo único en lo que puede basarse ese bebé para sobrevivir.
El niño no sabe si ha nacido en una casa protegida donde puede dormir tranquilamente y puede despertarse cuando quiera llamar a sus padres y que aparezcan, o si ha nacido en un lugar en el que fuera de los brazos de sus padres no puede sobrevivir y alejarse cinco minutos puede suponer que ya no estén cerca o no vuelvan. No nacemos conociendo todos los años de evolución que lleva el ser humano y las casas que nos hemos construido y la seguridad que hay, podríamos nacer perfectamente en una cueva en medio de la selva rodeados de depredadores. Eso el niño no lo sabe. Y por eso Necesita tener cerca a sus padres, para sentirse seguro y protegido. Para saber que va a sobrevivir que es lo único que le pide su instinto. Por eso cuando yo llevo a mi hija en el fular y se queda dormida, puede estar más de una hora tranquilamente, sin embargo si la bajo y la tumbo en la cama, es probable que se despierte inmediatamente o en media hora.
No es casualidad.

Según van creciendo, van siendo conscientes de donde están y de que sus padres cuando se van vuelven, pero siguen necesitando contacto y cariño, por eso algunos niños a los dos años deciden irse a su cama, pero algunos no lo deciden hasta los tres, los cuatro... o cuando crean conveniente. También pueden tener miedo a la oscuridad, a estar solos... no todos están preparados a la vez para descolecharse. Cada niño tiene sus ritmos y sus necesidades, y es importante respetarlos sin comparar con otros ni presionar.

En mi casa las mejores siestas son las que hacemos todos juntos.

Los mejores ratos son los que pasamos en familia.

Y los mejores amaneceres son en los que (a una hora decente, si puede ser :P) despertamos mirándonos.


miércoles, 26 de junio de 2013

La importancia del apego para el cerebro

Antes de ayer estando en casa de mi madre me puso un documental que la había parecido muy interesante sobre la investigación de la mente de niños y adolescentes en referencia a qué puede motivar que haya asesinos escolares. Qué hace que de repente un niño que parecía normal, aparezca en el colegio con un arma dispuesto a disparar a cualquiera.
Me pareció muy interesante así que voy a escribir sobre lo que anoté.

Lo primero de lo que hablaron fue de la importancia tanto de la genética como del entorno a partes iguales a la hora de configurar el cerebro.
En una investigación en ratas vieron que las crías cuyas madres lamían con frecuencia, eran adultos tranquilos y apacibles, y las crías de madres distantes, tienen después un comportamiento diferente. La reacción ante situaciones de estrés cambia. Las crías de madres poco lamedoras aumentan mucho más la presión arterial y les aumenta mucho más la hormona del estrés-gritan, intentan morderte, son agresivas.
A raíz de esto surge la pregunta de si el entrono supera la genética, y su respuesta es que el comportamiento de la madre influye en los hijos incluso años después de que ésta desaparezca de su vida.

Ven que se activan o desactivan genes diferentes en función del trato que recibían. Cuando la madre lamía y abrazaba a la cría, unas células en el hipocampo, en la parte que ayuda a regular las emociones, activaba un gen que reduce las hormonas del estrés. Pero si no recibía esos cuidados se producía una reacción química en cadena que desactivaba el gen, provocando un importante aumento de las hormonas del estrés, y dichos cambios se mantenían mucho después, durante la vida adulta.

En conclusión: La calidad de los cuidados maternos durante la primera semana de la cría, configura el sistema de reacción hacia el estrés

Otra investigadora, que estudia en humanos, ve que podemos tener bastante en común con los animales sobretodo en la relación padres-hijos y cómo puede influir en la forma de reacción ante el estrés a lo largo de la vida.
Hacen un experimento en el que dejan un bebé rodeado de juguetes, la madre se va, el bebé llora y entra un desconocido por lo que el bebé no se calma; al volver la madre el bebé consigue calmarse enseguida. Pero en las madres que entran en silencio, sin una sonrisa, sin cogerle directamente si no intentado que el niño siga jugando, se ve cómo el bebé se consuela sólo con la alfombra porque la madre no parece querer cogerle y se interacciona en silencio. Así comienzan a verse las carencias del niño para regular su propio estado emocional. Este estudio se ha llevado a cabo durante 30 años.

Se ve que los bebés con más dificultades para calmarse, son más propensos a tener problemas de conducta en el colegio-instituto. Más hostilidad y violencia y doble probabilidades de tener comportamiento antisocial y suicida.

Y todavía hay padres preocupados porque sus hijos se acostumbren a los brazos (que como digo siempre, los niños ya nacen acostumbrados a ellos, los necesitan), será mejor que les dejen hacer las cosas tranquilos y estén calladitos que cubrirles sus necesidades afectivas.

En la infancia y la adolescencia el cerebro es muy sensible a diversas situaciones. No solo los bebés, en la adolescencia tenemos uno de los periodos más sensibles y el estrés puede cambiar esto totalmente. Por lo que pueden cambiar todos los esquemas que hemos intentado "configurar" desde su infancia. Niños que son maltratados en clase, que son rechazados, que no encajan en su entorno...

También habla de adolescentes que han tenido una vida difícil, no entienden qué tiene en mundo que les pueda reportar algún beneficio, no les interesa seguir las reglas del juego y acaban siendo juzgados y condenados. Hay una especie de cárcel-institución mental llamada Mendota que se encarga de hacerles valer, de valorarles y que se valoren, aquí se les motiva. Se hace un seguimiento de todo. Intentan crear un sistema justo donde puedan relacionarse preocupándose por ellos. Con esto se ha disminuido a la mitad  los reincidentes. No pueden volver a su infancia a cambiarles el entorno, pero hacen los posible por cambiarles esos esquemas.

Por otra parte están los niños con enfermedades mentales de los que también habla.

Y destaco la frase del final: Nunca es demasiado pronto ni demasiado tarde para influir positivamente en la vida de un niño.

El documental es de la 2, de documentos TV y se titula "La mente de un asesino escolar".

sábado, 8 de junio de 2013

Mi pediatra es Dios

Pasa a menudo que cuando se trata de temas relacionados con los niños, en cuanto se menciona "lo ha dicho mi pediatra", se acabó la conversación. Ya no hay nada más que decir porque seguro que tu pediatra sabe exactamente lo que necesita tu hijo mejor que tu en todos los aspectos de su vida, incluso en los que no son temas médicos porque tu hijo está totalmente sano.

La verdad es que yo con mi primer hijo intenté seguir un poquito lo que mi pediatra me decía porque no tenía ni idea de nada, no me sentía preparada en un principio y necesitaba un poco de orientación, aunque no fuese del todo la acertada, pero también recurrí a lo que yo como su madre sentía que necesitaba, de hecho yo dormía con él sin pedirle permiso a nadie, yo decidí no utilizar castigos sin pedirle permiso a nadie, y si dejamos la teta fue más bien por consejos erróneos pero bienintencionados sobre si mi leche alimentaba o no y si necesitaba dormir más o menos (sí, lo sé, cosas sin sentido que cuando piensas que lo tienen te dejas llevar).

Entiendo que cuando la maternidad te viene de golpe y no te has preparado para ello, te tienes que apoyar en alguien y en ese caso parece que nadie mejor que tu pediatra o tu propia madre, pero en la mayoría de los casos no es así, en la mayoría de los casos los padres han decidido tener un hijo, deberían haberse preparado a conciencia para recibirle y criarle, y no dejar todo a la suerte. 
Luego viene el típico "yo voy a hacer lo mejor para mi hijo", pero cuando lo mejor para mi hijo se supone que es lo que ha dicho su pediatra, creo que vamos mal encaminados.

Y ¿porqué pienso esto?
Pues porque creo que primero hay que utilizar el sentido común, nuestro instinto, sus señales... Nadie mejor que sus propios padres si se escuchan sin prejuicios y sin los qué dirán sabe qué necesita ese bebé.
Segundo porque hay tantos mitos alrededor de todo lo relacionado con la crianza que un poquito de información no hace daño a nadie, más bien al revés, y si es información avalada por evidencia científica mucho mejor. Aunque a veces los estudios van por el lado del que quiere estudiarlo y no te puedes fiar de todo lo que lees (para eso volvemos al sentido común). Hay muchísima información que solo hace falta buscarla para crear tu propia opinión, tu propia percepción, pero sabiendo los motivos. 
Tercero porque tu pediatra está ahí para temas médicos, si está enfermo te dirá qué es lo que debes hacer para que mejore, pero no es quien para hablarte por ejemplo de lactancia a no ser que además de pediatra sea asesor/a de lactancia, ni para arreglarle la boca a no ser que sea odontopediatra, ni para decirte si debe dormir contigo o separado, ni para decirte si se acostumbrará a los brazos -que gracia, los mios vinieron acostumbrados de serie- ni para opinar sobre el tipo de educación que le das (y diría que para esto hay educadores que pueden aconsejarte pero ojo con lo anticuados que estamos en España en estos temas). Como mucho podrá opinar o aconsejar como cualquier otra persona con la que hablas, pero mejor que sea si le has preguntado antes y teniendo consciencia de que su opinión/consejo tiene la misma importancia o el mismo valor que el que te pueda dar cualquier otro. Incluso diría que si ese pediatra no ha tenido hijos, menos todavía.
Y cuarto, porque desgraciadamente, muchos pediatras se mueven por las marcas que les van a "hacer visitas", y te recomiendan lo que a ellos les conviene. 

Yo no estoy en contra de los pediatras, ni mucho menos. Mi pediatra es encantadora con mis hijos, y siempre ha respetado todas mis decisiones. Y aunque no lo fuese, es un profesional médico y su trabajo es mejorar la salud de los niños cuando están enfermos. No les tratemos de dar otras funciones que no les corresponden.

Seamos conscientes de nuestra maternidad. No es algo que debamos vivir como cualquier otro cambio sin importancia y dejarnos hacer.

miércoles, 8 de mayo de 2013

Que se detenga el tiempo

O que vaya un poquito más despacio.
Que me deje disfrutar de cada etapa, que no se acabe cuando creía que acababa de empezar.
Se acerca mi quinto aniversario como mami, el quinto cumpleaños de mi hijo, mi príncipe, el que me hizo comprender cómo era la vida en realidad y valorar las cosas importantes. El que abrió camino a su hermana e hizo que las cosas con ella fuesen rodadas.

Y miro a un lado y le veo ocupando más de media cama. Y miro a otro y veo a su hermana tan grande aunque tan pequeña, y una lágrima me asoma... ¿cuando crecieron tanto?

lunes, 6 de mayo de 2013

Definición de hijo

José Saramago escribe:

"Hijo es un ser que Dios nos prestó para hacer un curso intensivo de cómo amar a alguien más que a nosotros mismos, de cómo cambiar nuestros peores defectos para darles los mejores ejemplos y, de nosotros, aprender a tener coraje. Sí ¡Eso es! Ser madre o padre es el mayor acto de coraje que alguien pueda tener, porque es exponerse a todo tipo de dolor, principalmente de la incertidumbre de estar actuando correctamente y del miedo a perder algo tan amado. ¿Perder? ¿Cómo? ¿No es nuestro? Fue apenas un préstamo... El más preciado y maravilloso préstamo ya que son nuestros sólo mientras no pueden valerse por sí mismos, luego le pertenece a la vida, al destino y a sus propias familias. Dios bendiga siempre a nuestros hijos pues a nosotros ya nos bendijo con ellos"

Nuestros hijos se pertenecen a sí mismos y a su propia vida, nosotros estamos aquí para enseñarles el camino y dejarles algún día recorrerlo sin nuestra ayuda.
Sus padres seremos su base, su apoyo... pero no seremos sus dueños ni tendremos derechos sobre ellos más que los que ellos mismos quieran darnos.

El día que mis hijos decidan volar por su cuenta, espero sentirme orgullosa de su valentía y desde luego recordarles que si necesitan cualquier cosa, sólo van a tener que pedírmelo.


domingo, 5 de mayo de 2013

Feliz día de la madre

A mi madre que no solo me ha dado la vida, si no que además ha sabido criar, educar, amar y respetar e inculcarme los valores que me hacen ser quien soy.

Que no solo me ha dado de comer, casa y de vestir, si no que además me ha dado felicidad, buenos momentos y bonitos recuerdos.

De la que puedo decir que me siento orgullosa de que sea quien es, cómo es...

Que ha sabido ser mi guia pero a la vez me ha dejado volar sola, sabiendo que si caigo va a estar ahí para lo que necesite.

Que confía en mi como hija y como madre y que sabe que ahora es mi turno y me hace sentir bien. Que ha probado el fular y le va contando a todo el mundo lo bueno que es.
Que ante un ¿aún toma teta? Contesta que es lo mejor que podría tomar. Porque no solo ha sabido ser madre en mi infancia si no que cada día me hace crecer más fuerte.

Gracias mamá, feliz día.

Pd: y para mi misma que no hay nada que me haga sentirme más orgullosa que mis hijos. Y para todas las mamás del planeta que han dado, dan y darían la vida por sus hijos. ¡Feliz día de la madre!

jueves, 2 de mayo de 2013

Las opiniones ajenas

Hay ciertas frases que las madres nos cansamos de escuchar. Todo el mundo cree poder opinar sobre tus hijos y hagas lo que hagas siempre vas a encontrar quien te critique.

Si das teta mucho tiempo porque ya es hora de dejarlo. Si das bibe desde el principio porque deberías dar teta.

Si le coges mucho en brazos porque le mal acostumbras. Si no porque no le haces caso.

Si duermen en tu habitación porque no vas a sacarles nunca. Si duermen en la suya porque aún son chiquititos.

Si les explicas las cosas que hacen mal, porque no te entienden y si no porque no les das la oportunidad de hacerlo.

Si no les castigas porque así te van a torear toda la vida, si lo haces porque no les estás enseñando nada.

Ante todo esto cada familia coge unas cosas de aquí y otras de allá pero es imposible agradar a todo el mundo.
Y es que no hace falta, a quien tienes que educar es a tu hijo y es quien te debe importar. Si partes de una base de respeto y de entendimiento, de escuchar sus necesidades y cubrirlas (que no taparlas), estarás haciendo lo correcto para tu hijo.

Porque no todos necesitamos lo mismo. Porque cada niño es diferente y único, respetémosles y hagamos de su infancia la época más feliz.

viernes, 19 de abril de 2013

¡Feliz cumpleaños!

El día de tu cumpleaños fue un día muy ajetreado. Te preparé una decoración en el salón y un regalito para que lo abrieses nada más levantarte. Por la mañana lo abriste con tu hermano y nos fuimos a hacer una tarta a casa de una amiga de mamá. Una tarta preciosa que me hacía mucha ilusión hacer y que salió riquísima. Luego fuimos a casa de la abuelita y soplaste tu primera vela aunque la celebración fuese el fin de semana, era tu día y tenías que soplar :)
El fin de semana celebramos sábado con amigos de tus papás y domingo con la familia (aunque no pudimos estar todos). Y así se me pasó volando la celebración de tu primer añito y no me paré a escribirte nada, y mira que he querido hacerlo.

Pero como nunca es tarde, hoy vengo a escribirte todo lo que sentí ese día, lo que siento, lo que ha significado para mi tu llegada, este último año que has estado con nosotros.

Llegaste un 12 de abril, primavera, por eso eres mi florecilla. Un día precioso para nacer, una fecha preciosa igual que tú.
Me acosté el día 11 sin ningún síntoma de parto, me sentía preparada para recibirte pero sabía que tu elegirías el día perfecto. Me desperté de repente en mitad de la noche, a eso de las 4, algo raro pasaba y no sabía qué. Fui al baño y vi que había echado tapón mucoso, me puse nerviosa, me reía por dentro y me salía una sonrisa por fuera. Ya quedaba menos.
Me volví a la cama pero no podía dormir. Los nervios podían conmigo, en realidad no estaba de parto literalmente, pero algo me decía que me levantase y me fui al salón. Empecé a dar vueltas, lo mismo eran cosas mías pero presentía que llegabas. Me conecté al ordenador para ver si mataba el tiempo, me relajaba y me podía volver a dormir pero empecé a sentir contracciones, aunque no estaba segura de que fuesen realmente contracciones de parto. Entonces pensé que era real, ese sentimiento de que venías era por algo y sentí muchísima emoción. Desperté a tu padre para avisarle de que no me encontraba bien, pero no quería despertar a tu hermano por si era una falsa alarma y le dije que si veía que tenía que ir al hospital, él llevase a Alejandro al colegio y luego viniese con nosotras. Eran las 6 de la mañana, fui otra vez al salón y llamé a la abuelita, estaba tan emocionada pensando que quizás era el día que me puse a llorar sin motivo, ni si quiera sabía que estaba de parto todavía pero entre las hormonas y la emoción no podía parar de llorar. Empecé a anotar contracciones y eran cada 3 minutos, luego cada 2. La abuela me dijo que estaba de parto seguro (yo no me lo terminaba de creer) y que la avisase cuando quería que viniese y la dije que en cuanto pudiese, ella es un gran apoyo para mi.
Llegaron las 7 de la mañana y decidí despertar a tu hermano y a tu papá para irnos. Nos vestimos tranquilamente, fuimos a la panadería a por el desayuno de tu hermano para el cole y al coche para el hospital.
Una vez allí todo fue muy rápido, me vieron llegar tan bien que no se creían que iba a estar de parto y al mirarme se sorprendieron de que ya casi estabas aquí. En un par de empujones llegaste, a las 10:40, toda recubierta de vernix como un quesito, y mira que no me gustan pero a ti te comía a besos. Estabas gordita y me mirabas un poco asustada, pero empezaste a girar la cabecita sacando la lengua buscando teta y enseguida la encontraste y empezaste a mamar. Me sentía tan bien, estaba tan feliz de tenerte...
Desde ese momento has sido el mayor regalo que me ha dado la vida junto con tu hermano. Me siento muy afortunada de tenerte, muy orgullosa de ti y de cómo eres y lo que me has enseñado.
Eres la alegría en persona, te pasas el día sonriendo, todo te hace sonreir y reirte a carcajadas. El día 8 de abril te soltaste a andar, aunque llevas andado agarrada y soltándote cuatro o cinco pasitos desde hace meses. Eres una exploradora! Y eres un bichillo, todo lo quieres coger y tocar, para ti todo es divertido.
Tienes a tu hermano que te quiere muchísimo aunque a veces te haga de rabiar. Para él no es fácil dejar de ser el pequeño y el único. Ha pasado a ser el hermano mayor que tiene que cuidarte y compartir los ratitos con mamá, pero tiene un gran corazón y siempre estará contigo.
No sabes lo que te quiero hija, gracias por escogerme como tu madre, prometo que voy a intentar hacerte feliz siempre aunque pasen cosas feas, y voy a acompañarte siempre que necesites compartir algo sea bueno o malo.
Feliz primer añito princesa! Que cumplas muchos muchos más rodeada de todos nosotros.

jueves, 11 de abril de 2013

Un día para su cumple

Hace un año todavía éramos una, no me imaginaba que en menos de 24 horas estarías sobre mi, que me ibas a poner la vida del revés de nuevo. Me acosté pensando que quedaba mucho para verte y me despertaste a las 4 de la mañana con un pequeño aviso de que faltaba muy poco. Aunque yo no imaginaba que estabas tan tan cerca. Nunca has dejado de sorprenderme.

jueves, 4 de abril de 2013

La necesidad de apoyo

Hoy he estado reflexionando después de leer un artículo sobre el agotamiento de las madres. Muchas veces me pregunto ¿cómo es posible que me sienta más agobiada y sin tiempo ahora que me dedico exclusivamente a mis hijos que cuando además trabajaba y estudiaba?. Antes sentía que me cundía el día, que hacía cosas, que lo hacía bien y servía para algo, y ahora siempre tengo la sensación de hacerlo todo mal, de no dar a basto, de no hacer nada provechoso en 24 horas.

Me repito a mi misma que sí que hago, que estoy criando a mis hijos y que intento que tengan una base sólida para su futuro. Pero soy consciente de que mi casa debería estar mejor de lo que está, y de que por más que lo intento no llego. Y a veces "pierdo el tiempo" porque escribo aquí, en mi facebook, hablo por whatsapp, por teléfono... y estoy en casa, ¡podría estar recogiendo o limpiando! Pero siento que no puedo, que necesito ese ratito de desconexión, que por fín están los dos entretenidos o durmiendo y puedo hacer algo yo sola (o con mi pareja si es el caso) y me siento agotada.

Es difícil ese sentimiento y es totalmente cierto lo que dicen en el artículo, nadie valora lo que hacemos las madres que estamos en casa. He recibido muchos comentarios negativos sobre lo que hago, muchísimos. Si ya de por sí me planteo si realmente lo hago bien, me han puesto muchas losas encima para convencerme de que así es, y de que no me puedo quejar de nada porque estoy en casa con mis hijos y no estoy trabajando. Como si yo fuese una vaga que no quisiese trabajar y una mantenida. Parece que nadie tiene que ayudarte porque trabajar 8 horas de lunes a viernes es mucho más duro que atender a tus hijos y tu casa 24 horas de lunes a domingo. Cuando llegas a un punto que vas en automático.

Ciertamente me da mucha pena que mi niña tuviese que estar sin mí todavía por lo pequeñita que es, pero si he pensado que necesito volver a trabajar, realmente creo que lo necesito. Aunque sean unas horas que me hagan sentirme útil y valorada, sentir que lo mismo la casa no está bien pero no es solo cosa mía (aunque ahora tampoco lo sea) y que realmente he hecho algo provechoso. Me costaría dejarla, pero aprovecharíamos cada segundo juntas.

Encima, para lo único que creo hacer bien, para una cosa a la que realmente me dedico en cuerpo y alma, también se me cuestiona, y también tengo que escuchar que lo estoy haciendo mal continuamente.
Y no quiero que nadie piense que esto va con nombre, que no estoy hablando de nadie en concreto si no de personas en general que con buena intención o con mala a veces te hacen comentarios muy poco acertados. Hablo de la crianza de mis hijos, tema ultradebatido en mi vida porque no sigo lo que sería el pensamiento general en torno a los bebés y niños, y el tener que defenderme constantemente también me agota, porque no quiero. Como dije hace dos post, quiero pasar de todo y hacer oídos sordos, sé lo que hago.

Ya aprovecho para aclarar, sobre ese post, que no pienso que mi pareja se deje influenciar porque sea tonto o algo por el estilo, simplemente todos nos dejamos influenciar a menudo conscientemente o no, y más cuando no tienes una posición clara, y no creo que sea malo esa falta de posición, si no que cuando alguien a quien consideras importante te dice que está segura de que A es lo mejor y otra que consideras igual, te dice que está segurísima de que B es mejor, si tu no sabes realmente cual es, no puedes posicionarte fácilmente. Solo podrías buscar tu propia información, y no todos tenemos esa necesidad.
El resto del post no va por nadie concreto, fue algo que pasó esa misma mañana la que encendió la chispa y me hizo escribir; que sí, que lógicamente hay varias personas que puedan encajar, pero no va por ninguna en concreto, y mi intención nunca fue atacar, aquí escribo lo que siento y pienso, no escribo para ofender.

Dicho esto, continúo.

No me gusta tener que defenderme de lo que hago, no estoy cómoda en esa posición, me gustaría poder decirme "la cocina está sin hacer pero no es solo cosa mía, yo he hecho lo que este día tenía deparado para mí y estoy tranquila". Y que todo el mundo pensase lo mismo y no se me juzgase como si no valiese para nada. Pero la sociedad está muy lejos todavía de todo esto, nos han metido en la cabeza que los hijos están ahí porque tienen que estar y hay que enseñarles desde chiquititos a ser independientes para que su madre, si está en casa, pueda mientras arreglarla, que si nos sale el instinto hay que retenerlo. Pero no nos han dicho el precio de todo esto. Por eso cuando pasas demasiado tiempo atendiendo a tu hijo y descuidas otras cosas te tienes que sentir culpable, no has podido, algo haces mal.

Propongo que cambiemos el chip, apoyemos a esas madres que están en casa al cuidado de sus hijos. Las habrá que realmente pasen de sus hijos y estén dedicándose a sí mismas, pero seguro que en la mayoría de casos sienten, como yo, que necesitan apoyo. Quieren dedicarse a sus hijos y se las juzga como si se pasasen el día haciéndose la manicura y dejando las tareas del hogar para el que trabaja fuera sin hacer ellas nada, por gusto.

Por suerte estoy rodeada de unas mujeres maravillosas con las que compartir todos estos sentimientos cuando salen a flote, y sentirme más comprendida en los peores momentos. Me hacen sentirme fuerte y arrimarme a ese pensamiento de "he hecho lo que he podido ni más ni menos" sin sentirme culpable. Creo que es muy importante cuando la sociedad te da la espalda tener gente que te comprende, aunque lo ideal sería no tener que sentir esa presión pero como ya he dicho, estamos todavía muy lejos de eso...

Dejo el artículo porque me parece muy interesante para leer: https://asociacionitaca.wordpress.com/2010/02/01/el-agotamiento-de-las-madres/